Pedagogía de la Revolución


Maestro rural, maestro de lucha incesante
que te levantas ante lo instituido, y la educación de tú pueblo
has venido a defender encarando la injusticia de una imposición.

Una reforma educativa.
La reforma que deforma:
Descontextualización de realidades, enmascaramiento de la pobreza.


Leyes para estandarizar,
mentes cuadradas de mandatarios con interés capital,
personajes que definen cómo se “debe” educar.

Jamás entenderán que la docencia va más allá de su concepción de calidad, 
de su currícula mocha hinchada de contrariedad.

Un techo de lámina y paredes frágiles cobijan tú acción diaria.
Un piso de tierra bajo los pies de tus alumnos, a quienes enseñas a ser libres de la ignorancia que el sistema desea perpetuar; porque en tus aulas de todo hay carencia, menos de conciencia.


Haz venido maestro a la gran urbe, a buscar fuerza en el compañero citadino y te has topado con una ciudad cegada por la demagogia y el dominio.

Medios que desinforman, medios con la reforma.
Medios poniendo al pueblo contra el pueblo.
Se desacredita tú lucha porque agobia salir del orden cotidiano, ese orden que a nosotros también nos han implantado y por el cual nunca hemos protestado, que nos hace presas de la inconsciencia y la indiferencia. 


Maestro no detengas la causa porque la llevo contigo, sigamos repudiando la educación que produce peones para el gobierno y luchemos por algo alterno. En esta revolución no cesa nuestro tesón, y palabras del Che hemos convertido en estandarte: “La revolución se lleva en el corazón”.

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