Reflexión de la patria

Celebramos Independencia, libertad y soberanía; que no se pueden sentir en un México de la discriminación, en el que seguimos viendo como extraños a los homosexuales, a los indígenas, a los discapacitados y a otros grupos; en donde se vive el racismo y el machismo, en donde mueren no sólo inmigrantes de este país sino de otros lugares en la frontera, en donde siguen muriendo mujeres en Juárez, en donde la violencia se hace presente cada día con cientos de personas asesinadas y se pasa por alto con una “mordida”, en donde la libertad de expresión representa la propia amenaza para la persona quien la ejerce y es silenciado, en donde el que escribe palabras de inconformidad es ignorado, en donde los discursos políticos, se quedan en solo eso, un discurso sin sentido para “apaciguar” el pensamiento de los mexicanos, en donde tener empleo se convierte cada vez más en un privilegio.

En donde se niega la educación superior a miles de personas para engrosar las filas de los que ganan el salario mínimo, en donde la educación no llega a todos las personas y el que la tiene, necesita convertirse en competente, tener habilidades y no pensar el mundo y el espacio que habitamos, en donde la revolución queda como acción y palabra que tuvo significado hace 100 años y no le damos sentido hoy. 
Pero nos olvidamos de todo ello por un rato y celebramos México, celebramos libertad, independencia y revolución, las cuales ¿tenemos hoy?
Si, exaltemos lo bello que tiene nuestro país, pero no pasemos por alto lo que vivimos a diario y se queda en el silencio como si no existiera, como si no nos afectara.