Una fracción de ayer

Eterno resplandor de mis recuerdos, invocando momentos que no sucedieron.
Inagotable ficción de una memoria, construyendo escenarios que nunca habite.

Una mente llena de recuerdos que siempre aguardaron por suceder, por sucedernos.
Un recuerdo inocente que evoca una presencia no mirada, muchas veces sentida.
Las memorias esquivan los lamentos del infortunio destino de jamás suceder y se refugian en su única alegría: 
hacerte visible aunque no estés.

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