Así, tú yo nos convertimos
En sabuesos de nuestra propia memoria.
Y recorrimos, como detectives latinoamericanos,
Las calles polvorientas del continente
Buscando al asesino.
Pero sólo encontramos
vitrinas vacías, manifestaciones equívocas
De la verdad.
-Roberto Bolaño
Hoy leí al aire libre, sentada en un contenedor de refrescos Coca-Cola
el viento hizo de las hojas de las plantas y mis cabellos danza.
Sentada en el rincón más alto y apartado de la casa, conversando con Bolaño: "...esta tarde que consideras similar a una tarde del fin del mundo..."
Lo que miras desde un tercer piso
no se halla en la parte de abajo
Asómate a la calle y el escenario es más oscuro
Aquí las nubes moviéndose
yendo de azul a gris, haciendo lo imposible para no derramarse y acudir a la pista de las melancolías.
Un recuerdo flash de cuando estuviste aquí, de espaldas, observando las hojas de una de las plantas,
no es real, nunca pasó.
Las hojas y el viento, las aves apurando el vuelo,
un perro lamiendo mis manos, saltando a mi regazo.
Ya casi era el turno de la noche y la lluvia.
Y todo bailaba, yo sólo observaba
fui la pieza estática en la sala.
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